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En abril de 1150 el Conde Vela Gutiérrez y su mujer Sancha Ponce, donan a una orden religiosa el territorio de la Valdería con todas sus pertenencias, entre las que se incluye el Monasterio de Santa María de Nogales, el cual habían heredado de Alfonso VII.

Según los criterios de la orden del Cister el valle se encuentra ubicado en tierras fecundas con abundancia de agua y soledad impresionante.
Durante más de siete siglos destacó por ser lugar de letras y ciencia y de aquí salieron consejeros reales y catedráticos para la Universidad de Alcalá.

El Monasterio de Santa María de Nogales está en la localidad leonesa de San Esteban de Nogales. En la actualidad, sólo se conservan las ruinas y los restos de su grandeza: paredones dispersos, la espadaña de la Iglesia y el arco de entrada principal con su escudo heráldico.