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Esta ha sido fotografiada en Castrocalbón la pasada primavera. La existencia de esta cepa es milenaria y sus síntomas suelen ser:
Cansancio, sed, dolor de espalda y cortes en las manos.
Suele mutar y en otoño pasa a estado líquido. Ahora los síntomas comienzan con un estado de alegría que con el tiempo pasan a convertirse en visión borrosa, perdida del equilibrio, dolor de cabeza, vómitos y diarrea